Ayer estuve por fin en el dentista para ver que podían hacer con esa muela del juicio que lleva mas de diez años haciéndome la vida imposible, pues bien, puede ser que me quede como de madera, peeeeero mejor madera que dolor infinito de cabeza. No es alentador pero ya la odio lo suficiente como para que siga conmigo, relaciones imposibles. Ya de paso me han descubierto por fin la sinusitis de la que me llevo quejando cosa de seis o siete años y que no me habían visto ni medicado, así que nada, o me destrozan o me dejan como nueva, se aceptan apuestas y algo de humor.
Sin más, ya nos veremos.