¿Habéis visto las cosas que hago en los últimos tiempos? en las fotografías no se aprecia bien lo bonitas que quedan puestas. Son hojas, maderas, flores y cosas que recojo con mucho mimo en el bosque o en mi jardín y las convierto en cobre, así en el interior se conserva la magia de la Naturaleza para siempre. Espero que os gusten tanto como a mí me gusta hacerlas.
En cada imagen os dejo el enlace de la tienda para que podáis ver las características de cada pieza.
¿Las palabras eran para mí?
¿ha habido algún intento que yo he obviado?
Una vez estuve ahí, estuvimos ahí, creo que él se fue. Volvió, pero me rompió otra vez, somos humanos y dos veces puede que no veamos la piedra, pero tres sí, y no quiero volver a tropezar al tenerlo otra vez tan cerca.
Me lo prohíbo por encima de todo.
No creo que intentar algo que sientes sea humillación, "si lo quieres ve a por ello o no lo tendrás nunca."
Al puente ya le queda poco, mañana nos vamos del paraíso, pero aprovechando que estoy en él y que los niños de los vecinos aún no han venido a ver a Errol, puedo escribir un poco que entre visitas y lectura al final aparco el blog.
Estos días hemos estado hablando de lo que siempre acabamos hablando cuando nos juntamos en esta casa unos cuantos:
¿Qué tiene que tener el hombre perfecto?
Siempre hay cosas comunes, claro, todas queremos una serie de requisitos, pero luego cada una tendrá los suyos propios que se guardan mas adentro. Yo os cuento mi parte.
Lobezno, Wolverine
Siempre algo así va por delante de un niñato delicado y depilado.
"Soy así de exigente, quiero a alguien que piense constantemente en mí pero que me deje espacio, que me sorprenda de vez en cuando, que siempre tenga ganas de hacerme una caricia pero tenga una vida aparte de la mía, que le guste la naturaleza y no le importe hacer kilómetros. Que sepa hacer y arreglar cosas con las manos. Que tenga sus propios hobbies. Que su cuerpo encaje a la perfección con el mío. Tienen que gustarle los animales y tener un corazón gigante. Que albergue una parte de niño para siempre, pero que sea un hombre. Que mientras esté conmigo se crea capaz de cualquier cosa, que a mi lado pueda dormir sobre la lluvia o debajo de ella, que su tiempo sea mi tiempo, que duerma profundo pero sólo lo suficiente. Que me de masajes cuando esté cansada, que me quiera con todas mis rarezas y que acompañe a mi imaginación, que no me diga siempre que me quiere, sólo que me quiera. Y sobre todo, quiero mi principio de amor adolescente.
Soy así y eso es lo que quiero, y puede que esto signifique que no me dejo querer o que no quiero que me quieran como dicen algunos. Me da igual. Si no puedo llegar a esto, siempre me quedará la confortable soledad.
