Han sido ocho días de felicidad, de sol, de amigos, de no parar en casa, agua, sal, arena y muchísimo verde, o más curioso es que casi no he olido la lluvia....ha esperado a que llegase a casa. Al final que no haga un día de lluvia y niebla se echa de menos.
Tengo que reconocer que me ha encantado haber tenido la casa en Muros, nosotros siempre cogemos la casa en Louro por costumbre, pero la verdad que en Semana Santa no suele hacer tiempo de playa así que nos pareció buena idea, y vaya si lo fue! Al final uno va a Muros a todo, al banco, a comprar, al aperitivo...tener todo eso a un minuto es una diferencia tremenda, nada da pereza, lo único que se nos queda un poquito lejos es el Xeixo, pero nada que no puedan arreglar cinco minutos de coche.
La vuelta tuvo un añadido de dos horas de atasco, que juntándolas a las seis de rigor hacen un total de ocho horazas metidas en el coche, pero merece la pena hasta el último segundo.
Os dejo el enlace de las fotos que he subido de estos días
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| Playa de Lariño, Ancoradoiro, Muros, Coruña |
Flickr Semana Santa 2014
Y decir que allí cargo las pilas, soy feliz y adoro a la gente, muero de pena cada vez que me vuelvo, pero por suerte una vez enterré allí un trozo de corazón y me obliga a volver cada vez que voy muriendo.
Chove en Santiago
Chove en Santiago
meu doce amor
camelia branca do ar
brila entebrecida ao sol.
Chove en Santiago
na noite escura.
Herbas de prata e sono
cobren a valeira lúa.
Olla a choiva pola rúa
laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaido
soma e cinza do teu mar.
Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol;
agoa da mañan anterga
trema no meu corazón.
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